top of page

La Sonrisa que Oculta el Dolor: Cuando Fingimos Estar Bien Pero Nos Rompemos por Dentro

He sonreído casi toda mi vida. Desde pequeña aprendí que una sonrisa puede ser un escudo, una forma de hacer que el mundo me viera como alguien fuerte, alguien que podía con todo. Pero detrás de cada una de esas sonrisas se escondía un infierno del que pocas personas supieron.

 

Desde niña, crecí con la sensación de que nunca era suficiente. No importaba cuánto me esforzara, siempre había algo más que debía hacer, algo más que debía demostrar. Aprendí a exigirme hasta el límite, a cargar con responsabilidades que no me correspondian, a callar mi propio dolor para que los demás estuvieran bien. Y así, sin darme cuenta, me convertí en una experta en esconder mi propia vulnerabilidad.

 

El Peso de las Máscaras

 

A medida que crecí, la vida no me dio tregua. Me enfrenté a relaciones tóxicas que destruyeron partes de mí que aún estoy reconstruyendo. Fui víctima de mentiras, traiciones y abusos disfrazados de amor. Cada vez que me rompían, me decía a mí misma: tienes que seguir adelante, no puedes mostrar debilidad. Y así lo hice. Sonreí. Fingí. Me convencí de que si me veía fuerte por fuera, tal vez un día lo sería de verdad.

 

Pero la verdad es que esa máscara pesaba. Y cada día que pasaba, el dolor acumulado se volvía más difícil de ignorar.

 

Sobrevivir en un Mundo que No Quiere Ver el Dolor

 

Vivimos en una sociedad donde admitir que estamos mal parece un acto de debilidad. Nos enseñan que debemos seguir adelante sin importar cuánto nos duela, que hay que mostrarnos impecables, que la tristeza debe esconderse. Así que aprendemos a hacerlo. Nos maquillamos, elegimos nuestras mejores fotos, escribimos frases motivadoras y dejamos que el mundo crea que todo está bien.

 

Pero cuando la pantalla se apaga y estamos solas en nuestra habitación, la verdad nos golpea con fuerza. El insomnio, la ansiedad, el miedo a no ser suficiente, el trauma de lo vivido… todo eso sigue ahí, esperando a que dejemos de fingir para enfrentarlo de una vez por todas.

 

Y en qué momento, la Sonrisa se Vuelve una Prisión

 

He pasado gran parte de mi vida fingiendo que estaba bien porque pensé que no tenía otra opción. Creí que si mostraba mi dolor, sería rechazada, juzgada o vista como alguien débil. Así que lo oculté. Y cuanto más lo escondía, más me ahogaba en él.

 

Pero hubo un momento en el que ya no pude más. La sonrisa dejó de protegerme y se convirtió en una prisión. Comprendí que seguir aparentando no me estaba salvando; me estaba destruyendo.

 

Y entonces, por primera vez en mucho tiempo, me permití sentir.

 

Me permití llorar por todo lo que había callado. Me permití enojarme por todo lo que había soportado. Me permití admitir que no estaba bien, que nunca lo había estado realmente, y que fingirlo solo había prolongado mi sufrimiento.



Mi despertar se convirtió en Aprender a Ser Real

 

Sanar no significa borrar el pasado ni ignorar el dolor. Sanar es tener el valor de mirarnos al espejo sin máscaras y decirnos la verdad. Es aprender que no necesitamos demostrarle nada a nadie, que nuestra valía no está en cuánto podemos aguantar, sino en cuánto somos capaces de amarnos a pesar de todo.

 

Hoy sigo sonriendo, pero ya no porque necesite aparentar algo que no soy. Sonrío porque he aprendido a abrazar mi historia, con todo lo que ha sido. Porque ahora sé que ser fuerte no significa ocultar el dolor, sino enfrentarlo y seguir adelante con más amor por mí misma.

 

Si estás cansad@ de fingir, de cargar con un peso que no te deja respirar, quiero decirte esto: está bien no estar bien. Está bien soltar la máscara. Está bien pedir ayuda.

 

Porque la verdadera fortaleza no está en esconder el dolor, sino en atreverse a sanarlo.

 

Y les confieso algo, la única manera que pude sobrevivir todo este tiempo de esta manera fue en mis tiempos a solas con Dios. Él es mi principal apoyo emocional. Porque por mucho tiempo, me acostumbré a cargar mi dolor en silencio, creyendo que tenía que ser fuerte y enfrentar todo por mi cuenta. Pero hubo un punto en el que ya no podía seguir fingiendo, en el que mi alma pedía a gritos una salida, una respuesta, algo que me ayudara a encontrar sentido en medio de tanto caos.

 

Fue entonces cuando encontré refugio en el campo angelical. En mis momentos más oscuros, cuando sentía que el peso de mis heridas era insoportable, la guía de los ángeles se convirtió en mi sostén. A través de su energía, aprendí que no tenía que seguir arrastrando el pasado, que podía soltar el dolor sin miedo, que dentro de mí aún quedaba luz, aunque por mucho tiempo no hubiera podido verla.

 

Ellos me enseñaron que nunca estuve sola, que cada caída llevaba consigo un aprendizaje y que mi historia no estaba destinada a quedar atrapada en el sufrimiento, sino a convertirse en un testimonio de transformación.

 

Si hoy te sientes atrapada en una realidad que parece asfixiante, si llevas demasiado tiempo fingiendo que estás bien cuando en realidad te estás rompiendo por dentro, quiero decirte algo: la luz sigue ahí, aunque no la veas.

 

Sanar no es fácil. Es un camino que requiere valentía, paciencia y amor propio. Pero no tienes que hacerlo sol@. Siempre hay guías dispuestas a ayudarte, ya sea en este plano o en dimensiones más sutiles. Solo necesitas abrirte a la posibilidad de que mereces algo mejor, que mereces vivir en paz, libre de cargas que ya no te pertenecen.

 

Hoy sé que mi historia no es solo una historia de dolor, sino una de renacimiento. Y si tú estás en ese proceso, quiero recordarte que la sanación es posible. La clave está en permitirte sentir, soltar y confiar en que siempre hay un camino de regreso a ti mism@.


Autora: Lina Moreno

 
 
 

Comments


Join the Club

Join our email list and get access to specials deals exclusive to our subscribers.

Thanks for submitting!

Suscríbete para recibir novedades exclusivas

¡Gracias por suscribirte!

Mármol

HORARIOS DE ATENCIÓN

LUNES - VIERNES

8:00am - 5:30pm

SÁBADO - BAJO RESERVA

Consultas, Talleres y Cursos 

Online

Consultas Personalizadas

En español ó inglés 

  • Facebook
  • Instagram
  • Youtube
  • Linkedin
bottom of page