¿Superstición o realidad? La verdad sobre los campos energéticos
- linammq
- 2 jun
- 3 Min. de lectura
Por Esencial – Terapias para el alma y el crecimiento interior
En el mundo de la espiritualidad, la energía es un tema constante. Se habla de “vibrar alto”, “armonizar el aura”, “elevar la frecuencia”, o “sanar el campo energético”. Pero también es cierto que muchas personas dudan de estos conceptos, preguntándose si son reales o simplemente supersticiones modernas envueltas en lenguaje místico.
Desde Esencial, donde acompañó procesos de sanación con terapias angelicales y enfoque en crecimiento personal, quiero abrir este espacio para explicar desde una mirada más amplia y fundamentada qué son los campos energéticos y por qué no es lo mismo hablar de superstición que hablar de energía.

¿Qué es una superstición?
La superstición es una creencia sin base científica que atribuye efectos o consecuencias a acciones, objetos o símbolos sin una conexión demostrable. Por ejemplo: pensar que pasar debajo de una escalera trae mala suerte o que romper un espejo traerá siete años de desgracia.
Estas creencias suelen estar basadas en tradiciones culturales, mitos o miedos colectivos, y no en la observación directa de un fenómeno real. En la mayoría de los casos, la superstición surge como una forma de controlar lo desconocido o explicar eventos cuando no tenemos respuestas claras.
¿Qué es un campo energético?
Aquí entramos en otro territorio. Aunque el término “campo energético” suena espiritual, tiene fundamentos científicos en varias áreas:
Desde la física:
La física cuántica ha demostrado que todo en el universo está compuesto por energía. Incluso la materia sólida, cuando se observa a nivel subatómico, está formada por partículas en constante vibración.
Nuestro cuerpo, nuestras células y nuestros órganos tienen frecuencias específicas. Esto ha sido estudiado en ramas como la bioelectromagnetismo, que analiza los campos eléctricos y magnéticos naturales del cuerpo humano.
Desde la medicina y la psicología:
La medicina integrativa reconoce que factores como el estrés, la ira, la tristeza o la culpa tienen un impacto fisiológico y energético real. No son solo “emociones en la mente”; se alojan en el cuerpo, afectan órganos y sistemas, y generan bloqueos energéticos.
En psicología, se habla del inconsciente corporal: memorias emocionales que se almacenan más allá del pensamiento racional. Muchas terapias corporales y energéticas (como el reiki, el tapping o la terapia angelical) actúan liberando esa energía estancada.
Desde las tradiciones ancestrales:
En Oriente, el prana (India) o el chi (China) es la energía vital que fluye por el cuerpo. Los chakras, los meridianos y los puntos energéticos son mapas que describen cómo esa energía se mueve o se bloquea.
En muchas culturas indígenas, se trabaja también con el campo sutil, respetando la relación entre cuerpo, espíritu, naturaleza y cosmos.
¿Entonces los campos energéticos son reales?
Sí, desde varias disciplinas —física, medicina, espiritualidad y experiencia clínica— existe evidencia de que somos energía en movimiento. No se trata de superstición, sino de una forma más holística (integral) de entender la realidad.
En Esencial, lo he vivido con cada persona que acompaño: cuando liberamos emociones, cuando conectamos con los ángeles, cuando usamos cristales o activamos el campo con palabras de alto poder, la energía cambia.
Y cuando la energía cambia, todo cambia: los pensamientos, las emociones, el cuerpo… incluso las decisiones que tomamos.
¿Y cómo diferenciamos lo energético de lo supersticioso?
Aquí hay algunos puntos clave para discernir:
Intención consciente: En la terapia energética trabajamos desde el poder personal, no desde el miedo. No se trata de usar un amuleto “para evitar que algo malo pase”, sino de alinear tu vibración con tu bienestar, como lo hacen los cuarzos o los elementos que intencionamos.
Experiencia sentida: La energía no se cree, se siente. Puedes aprender a percibirla, a reconocer qué te expande y qué te contrae.
Coherencia interior: Las herramientas como los cristales, los oráculos o las terapias angelicales no hacen el trabajo por ti, pero pueden ayudarte a recordar lo que ya sabes en tu alma.
Proceso de transformación: La verdadera sanación energética se refleja en la vida diaria: relaciones más sanas, más paz interior, decisiones más claras y una conexión más profunda contigo mismo.
En resumen…
No, los campos energéticos no son superstición.
Tampoco son magia sin sentido.
Son parte de una dimensión natural del ser humano que aún no hemos terminado de comprender con la mente, pero que muchas personas están aprendiendo a sentir desde el corazón.
Y en Esencial, ese es nuestro propósito: ayudarte a reconectar con tu energía, tu luz y tu camino, desde una mirada amorosa, respetuosa y profundamente transformadora.
¿Quieres experimentar esta conexión energética de forma consciente?
Te invito a una sesión de terapia angelical, donde trabajamos tu campo energético con guía espiritual, amor incondicional y herramientas de alto poder.
🌿 Agenda tu espacio y recordemos juntos que tu esencia ya sabe el camino.
Con amor,
Lina Moreno







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